El lugar es agradable, familiar. Su comida es buena, recomiendo el tomahawk y los chinchulines. El brownie con helado no esta mal. Las limonadas de fresa y mango están ricas. Los precios son accesibles. El personal es amable solo hay que estarles pidiendo que recolecten los platos sucios de la mesa.
Nos recomendaron el lugar. Está limpio y la atención es muy buena. La comida en general es buena pero faltaron salsas picosas y mayor cantidad de acompañamiento para los platillos (a mi pensar)
Dora Carmen Galvez Cruz
+5
En este restaurante se siente como si te transportaras al viejo oeste. Tiene mesas en la periferia que te dan total privacidad. También mesas al centro que tienen máquinas de coser antiguas como patas. La comida es deliciosa y abundante. Tiene opciones para todos los gustos, de vegetarianos a carnívoros. La carne es muy fresca, blandita y muy bien sazonada. En los gabinetes tienen un apagador con el que puedes prender un foco para llamar a tu mesero, eso te evita gritar o sentirte ignorado. Está a 800 metros del centro histórico y puedes aprovechar para pasar por la plaza de armas, la ruta de Hidalgo y tomarte foto en las letras de Chihuahua. El precio es razonable para la calidad y cantidad de comida. No es barato, pero es justo.
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